Después de haber abordado el formato de imagen para los emailings en un artículo anterior, volvemos a este tema con esta vez el asunto sumamente importante del tamaño. ¿Por qué? Simplemente porque un email puede estar perfectamente diseñado, con magníficos visuales; pero si es demasiado pesado, tus esfuerzos tienen pocas posibilidades de dar resultados. ¿Cómo encontrar entonces el equilibrio justo para que tus imágenes refuercen tus mensajes en lugar de hundirlos? Este artículo te guía a través de las prácticas esenciales para optimizar su peso sin perder su atractivo visual.
Cuanto más pesado, más largo: la necesidad de la optimización
Caso clásico que todas y todos hemos conocido al menos una vez: recibes un boletín o otro correo de este tipo, haces clic para visualizarlo y ahí… Pasan varios segundos antes de que se muestre correctamente. Una situación que puede ser un poco molesta, e incluso desmotivarte a leer el contenido.
Sabemos muy bien: enviar correos electrónicos con imágenes demasiado pesadas puede ralentizar la carga de los mensajes y, al mismo tiempo, frustrar a los usuarios, perjudicando así la eficacia de tus campañas. Los proveedores de servicios de Internet y los programas de correo tienen límites estrictos sobre el tamaño de los correos que aceptan. Superar estos límites aumenta el riesgo de que tus comunicaciones sean marcadas como spam, de ahí la importancia de optimizar tus imágenes.
Los tamaños de imagen ideales
¿Qué peso?
El peso por imagen en un correo debería idealmente no superar los 100 a 150 KB. Este tamaño permite equilibrar la calidad visual y la velocidad de carga.
Sin embargo, ten en cuenta que este peso puede ajustarse en función del número de visuales contenidos en el mensaje, ya que se recomienda un peso total de 800 KB como máximo para todas las imágenes juntas.
¿Qué resolución?
Para los correos electrónicos destinados a ser leídos en pantallas, una resolución de 72 ppi es generalmente suficiente. Esta resolución es estándar para las imágenes web y garantiza que tus visuales sean lo suficientemente claros sin ser innecesariamente pesados.
Sin embargo, con las pantallas modernas que tienen densidades de píxeles más altas, como las pantallas Retina de Apple, por ejemplo, podrías considerar una resolución de 144 ppi para mantener una nitidez mayor sin aumentar demasiado el peso del archivo.
RGB vs CMYK
RGB (Rojo, Verde, Azul) es el espacio de color utilizado para todas las imágenes destinadas a mostrarse en pantallas electrónicas como smartphones y tabletas. Por el contrario, CMYK (Cian, Magenta, Amarillo, Negro) es un espacio de color utilizado principalmente para la impresión.
La elección entre los dos puede afectar significativamente el tamaño de los archivos de imagen. Al optar por RGB, no solo reduces el peso de los visuales, sino que también aseguras que su presentación sea fiel en cualquier tipo de dispositivo. Para los correos electrónicos, se recomienda evitar CMYK para mantener tiempos de carga rápidos y garantizar una buena experiencia de usuario.
Optimizar el peso de tus imágenes
Comprimir las imágenes
Utiliza herramientas de compresión de imágenes que reduzcan el tamaño del archivo sin alterar significativamente la calidad visual. Plataformas como ezGIF, Pixelhunter o ImageOptim son perfectamente adecuadas para esta tarea.
Elegir el formato adecuado
El JPEG es ideal para fotos con muchos detalles y colores, mientras que el PNG es más adecuado si necesitas transparencia o un nivel de detalle alto. El GIF, por su parte, es perfecto para imágenes animadas o visuales simples con una paleta de colores limitada.
Sin embargo, ten en cuenta que PNG y GIF son formatos que generalmente son muy voluminosos.
Dimensionar correctamente las imágenes
Antes de agregar una imagen a un correo, asegúrate de que su dimensión esté de acuerdo con el espacio disponible. Redimensionar una imagen para que sea más pequeña antes de enviarla puede reducir considerablemente el tamaño del archivo.
Utilizar URL para las imágenes de gran tamaño
En lugar de integrar imágenes voluminosas, considera alojarlas en línea y proporcionar un enlace en tu correo. Esto reduce el tamaño del mensaje y también permite seguir los clics en las imágenes.
La calidad ante todo
Aunque el tamaño de la imagen es importante, nunca se debe comprometer en exceso la calidad. Un visual de mala calidad puede dañar la percepción que el público tiene de tu marca. Asegúrate de probar diferentes compresiones para encontrar el mejor compromiso entre tamaño y calidad.
Optimizar el peso de las imágenes en tus campañas por correo electrónico no es simplemente una cuestión técnica; es un componente esencial de la estrategia de marketing digital. Al respetar los límites de tamaño y preservar la calidad visual, aseguras una experiencia de usuario óptima, aumentando así las tasas de apertura y el número de clics.