El marketing por correo electrónico se ha convertido en una herramienta indispensable utilizada por un gran número de empresas. El opt-in es una de las etapas fundamentales y tiene como objetivo la recolección de información de contacto. Permite desarrollar su lista de direcciones de correo electrónico de manera legítima al dar a los visitantes la posibilidad de aceptar o rechazar las comunicaciones enviadas.
¿Qué significa el término opt-in en marketing?
En su sentido más amplio, el opt-in se refiere al hecho de elegir conscientemente estar involucrado o participar en algo. Es un término ampliamente utilizado en el marketing digital para referirse a la recolección de información de contacto de un visitante en el sitio de una empresa. Se refiere principalmente a los correos electrónicos (newsletter, boletín informativo, etc.).
Según la CNIL, el opt-in consiste en «obtener previamente el consentimiento del destinatario de la publicidad», ya sea enviada por mail, mensaje de texto SMS, MMS o incluso por fax. La persona acepta unirse a la lista de contactos de la empresa y le da permiso para enviarle posteriormente información relacionada con sus novedades, productos y/o servicios.
Atención, no aplicar el principio del opt-in se considera una infracción a la ley y puede dar lugar a una multa de 750€.
Las ventajas del opt-in para una empresa
Aparte de la recolección de listas de contactos, el simple opt-in (SOI) es una etapa crucial para una empresa, ya que un consumidor que notifica que acepta recibir información y proporciona voluntariamente sus datos personales demuestra el interés que tiene en la marca o la empresa en cuestión. Solicitar consentimiento de antemano permite establecer las bases de una relación de confianza con el destinatario, quien no necesariamente es aún cliente. Es importante tener en cuenta que este vínculo de confianza establecido con los suscriptores es más ventajoso que el tamaño de la lista de contactos.
¿Cómo funciona el opt-in?
El opt-in puede presentarse de diferentes formas. Así, cuando un visitante llega a un sitio, se le puede proponer marcar una casilla o completar un formulario que describa precisamente el tema sobre el cual da su consentimiento para el envío de correos electrónicos. Por ejemplo, puede tratarse de ingresar su dirección de correo para recibir un boletín, acceder a un documento particular, descargar una guía en línea, etc.
Es importante destacar que el hecho de que la persona dé su autorización no significa que la empresa pueda luego enviarle cualquier cosa. La información debe corresponder con aquello para lo cual el visitante dio su consentimiento y tener relación con la oferta básica.
¿Qué es el doble opt-in?
Aún más exigente que el opt-in, el doble opt-in (DOI) agrega una etapa adicional de verificación al proceso, ya que una vez que se da el consentimiento por parte del visitante, éste recibe en su dirección de correo un mensaje automático. Este último tiene como objetivo confirmar que se trata realmente del contacto correcto y que la persona acepta efectivamente recibir información de la empresa o marca en cuestión.
El doble opt-in es una práctica que requiere un esfuerzo adicional y reduce el número de destinatarios, pero tiene la ventaja de ofrecer listas de calidad mucho más enfocadas que aquellas del opt-in clásico, con suscriptores que realmente desean formar parte de ellas. También es una garantía de confianza adicional para estos últimos.
¿Qué pasa con el opt-out?
Negarse a recibir mensajes electrónicos es un derecho y una opción que toda empresa debe dejar a los consumidores. Sin embargo, cuando éstos no indican claramente su rechazo, nada impide legalmente el envío de publicidad. Para dejar de recibir los correos informativos, las personas pueden darse de baja (incluso si nunca se han inscrito) haciendo clic en un enlace indicado al final del correo. Esto es lo que se llama el opt-out. Partimos del principio de que, incluso si no se da un consentimiento explícito, es posible enviar correos siempre que éstos no sean claramente rechazados.
Obligaciones legales y cumplimiento del RGPD
En Europa, el RGPD exige que el consentimiento sea claro, específico y documentado. Esto significa que la empresa debe poder demostrar en cualquier momento que el usuario realmente aceptó recibir sus correos electrónicos. El doble opt-in es muy recomendable, ya que proporciona una prueba concreta a través del correo de confirmación. En algunos países, como Alemania, incluso se ha convertido en la norma obligatoria para evitar cualquier disputa legal.
Ventajas e inconvenientes comparados
Opt-in simple | Doble opt-in |
---|---|
Registro rápido, menos fricción. | Validación de la dirección de correo, sin registros falsos. |
Lista más amplia, crecimiento más rápido. | Lista más reducida pero altamente cualificada. |
Riesgo de direcciones inválidas, quejas o spam. | Mayor compromiso, mejor entregabilidad. |
Consentimiento a veces difícil de probar. | Prueba clara y rastreable del consentimiento. |
Algunas cifras clave
Un estudio de GetResponse mostró que las campañas con listas de doble opt-in obtienen en promedio un 35 % de aperturas frente a aproximadamente un 27 % con el opt-in simple. La tasa de clics también es más alta con el doble opt-in. Sin embargo, la conversión de un visitante en suscriptor es menor porque muchos no confirman su registro.
¿Cómo elegir entre opt-in simple y doble opt-in?
- Dé prioridad al doble opt-in si la calidad, el cumplimiento legal y la entregabilidad son sus prioridades.
- El opt-in simple puede utilizarse si está comenzando, quiere probar rápidamente o si la velocidad de crecimiento es más importante que la precisión.
- Para sectores sensibles (salud, finanzas, educación), el doble opt-in es casi indispensable.
- Si invierte mucho en adquisición de pago, asegurar sus contactos con un doble opt-in suele ser más rentable a largo plazo.
Buenas prácticas para implementar el doble opt-in
- Enviar inmediatamente el correo de confirmación, claro y visible en la bandeja de entrada.
- Explicar por qué se solicita la confirmación y recordar lo que recibirá el suscriptor.
- Añadir una página de agradecimiento tras la confirmación, para crear un primer contacto positivo.
- Prever un recordatorio único si el suscriptor no ha confirmado en un plazo de 24 a 48 horas.
- Limpiar regularmente su base eliminando las direcciones no confirmadas.
Conclusión
El opt-in simple y el doble opt-in no se excluyen, pero responden a estrategias diferentes. El primero es rápido y sencillo, el segundo más exigente pero garantiza una lista limpia y comprometida. En Francia, donde la CNIL y el RGPD regulan estrictamente el consentimiento, el doble opt-in suele ser la mejor opción para asegurar sus acciones de marketing por correo electrónico.