Si se usa correctamente, el emailing resulta ser una herramienta formidable para conquistar nuevos clientes, pero no solamente. Este último también es muy eficaz para fidelizar a esos mismos clientes, conservarlos y así desarrollar su empresa. ¿Por qué? Porque crea un vínculo directo con ellos, lo que le permite comunicarse juntos y, por lo tanto, mantener su relación. Aquí hay algunos consejos para usar el emailing en el proceso de fidelización de clientes.
Doble opt-in: una base para la fidelización de clientes por emailing
Para este tema sobre la fidelización de clientes por emailing, partiremos de personas ya inscritas mediante, por ejemplo, el formulario ofrecido en su sitio, es decir, destinatarios que le autorizan a enviarles correos electrónicos. Para ello, lo mejor es implementar un doble opt-in, es decir, un paso que permite al contacto confirmar su suscripción, dar su consentimiento para recibir sus mensajes.
Cuidar el primer contacto
Cuando llegamos a un lugar, la bienvenida es primordial, al igual que la primera impresión. Así sucede también con el primer mensaje enviado. Cuando su prospecto o cliente se inscribe y tiene sus datos principales (tratamiento, nombre, apellido y dirección de correo electrónico), comience enviando un mensaje de bienvenida personalizado para agradecerle su fidelidad. Este mismo correo electrónico puede también ir acompañado de una oferta promocional, por ejemplo.
Su mensaje de bienvenida debe ser simple, claro y corto. Debe reflejar la imagen que desea dar de su empresa. Sepa que este influirá fuertemente en la tasa de apertura de los próximos correos que envíe, así que compóngalo cuidadosamente.
Ahora que ha efectuado este primer contacto con su cliente, la idea es mantenerlo y cuidarlo.
Definir la frecuencia de envío
Para mantener esta relación con el cliente, debe encontrar el equilibrio adecuado con respecto a la frecuencia de envío de los correos electrónicos. Estos deben llegar en el momento adecuado, recordando al contacto que está presente y manteniendo la interacción, sin abrumarlo constantemente con mensajes que puedan aburrirlo rápidamente. En claro: ¡ni demasiado, ni demasiado poco!
Por lo tanto, debe definir esta frecuencia de envío de antemano. Puede ser regular, puntual o excepcional. Puede tratarse, por ejemplo, de un momento particular del año, una fecha de cumpleaños, una promoción especial, la llegada de un nuevo producto o servicio, un momento fijado de manera estratégica, etc.
La relevancia del mensaje
Ahora pasemos al contenido de su correo electrónico. Este debe ser relevante, atractivo y simple, pero sobre todo personalizado según el cliente o grupo objetivo; de ahí la importancia del trabajo de segmentación realizado de antemano.
Lo que envíe debe interesar al destinatario, hablarle directamente. Puede tratarse, por ejemplo, de contenidos informativos, consejos, ofertas exclusivas para recompensarlos por su fidelidad, un boletín, un comunicado de prensa, un cuestionario de seguimiento para obtener feedback sobre uno de sus productos/servicios, etc. Sus correos deben presentar un verdadero valor añadido para el cliente, ya que esto impactará fuertemente en su fidelización.
Para aumentar la interacción con sus clientes, no olvide colocar botones de llamada a la acción en su correo electrónico.
La automatización del marketing
Una vez que ha fijado la frecuencia y el tipo de contenido para cada contacto, puede programar el envío automático de sus correos electrónicos (automatización del marketing), utilizando bien los campos personalizados y adaptando siempre el contenido enviado.
Realizar un seguimiento preciso
El emailing de fidelización debe ir acompañado de un seguimiento en términos de entregabilidad. Es importante medir el rendimiento de sus envíos, como la tasa de apertura, la tasa de clics y la tasa de conversión. Podrá así afinar su estrategia de fidelización por correo electrónico y así impulsar el rendimiento de sus campañas.
En cuanto a los destinatarios que ya no abren sus correos electrónicos, no dude en volver a contactarlos personalizando el mensaje y proponiéndoles, si lo desean, darse de baja. Es una buena manera de recordarles que todavía está allí, pero también de dejarles la opción de continuar siguiéndolo o no. Un punto positivo para la imagen de su empresa en términos de calidad y respeto por el cliente, permitiendo al mismo tiempo limpiar aún más su base de datos.