El emailing es un recurso esencial en el marco de una estrategia de inbound marketing. Es una herramienta que jugará un papel importante en la generación de leads calificados, en la fidelización, en el compromiso y en el aumento de las ventas. Te explicamos por qué este dúo funciona tan bien.
Como recordatorio, el inbound marketing, o «marketing de entrada», busca atraer clientes potenciales de manera orgánica, para que estos vengan a ti en lugar de lo contrario. Esta estrategia comprende cuatro fases distintas: atraer, convertir, cerrar y fidelizar.
El emailing en el marco del marketing de entrada
El emailing es una estrategia clave utilizada tanto en el outbound marketing, como en el inbound marketing.
En el caso del inbound, tu email se envía a personas que han dado su consentimiento previo para recibirlo, por lo que ya muestran un mínimo interés en tu marca y tus productos/servicios. Aquí no hay envíos masivos a un público mal segmentado, reduciendo así los riesgos de terminar en correos no deseados. Esto también permite eliminar a aquellos que no están interesados en ti o en tus ofertas, evitando así gastar dinero innecesariamente en una campaña dirigida a un público inadecuado.
Con el marketing de entrada, no vas a buscar al cliente potencial para pedirle que te dé su información. Es él quien viene a ti, quien da el primer paso proporcionando sus datos. Toda la sutileza está ahí.
El emailing utilizado en un contexto de marketing de entrada es accesible para cualquier tipo de empresa. Ofrece contenido relevante, de calidad, adaptado al público objetivo. Es un excelente medio para atraer tráfico naturalmente a tu sitio, crear compromiso, dirigir a un cierto tipo de compradores, personalizar tu contenido y tus ofertas. Además, recordemos que el emailing aporta un rendimiento muy interesante mientras que no es costoso de implementar.
Inbound marketing y emailing: consejos para mejorar tu estrategia
Conocer a tu audiencia al dedillo
Es esencial conocer perfectamente al público al que te diriges. Es aquí donde interviene el Buyer Persona, ya que te permitirá definir precisamente a quién te diriges.
Segmentar tu audiencia
Una vez que hayas definido tus personas, puedes pasar a la segmentación de tu audiencia en grupos establecidos en función de características precisas (persona, etapa del ciclo de vida del cliente, etc.). Como habrás entendido, el objetivo del emailing en el marketing de entrada es enviar mensajes relevantes y muy dirigidos, respondiendo a los problemas y necesidades específicos de tu audiencia. Así, cada información recopilada sobre tus contactos es útil.
Dominar el timing
Todo está en el timing, es decir, enviar el mensaje correcto en el momento adecuado. Para ello, debes tener en cuenta el recorrido del comprador, pero también su personalidad, sus hábitos de vida. Por ejemplo, no todos leen sus correos electrónicos a la misma hora.
Cuidar el contenido y el asunto del email
Cada detalle es importante: la ortografía, la gramática, el tono, la elección de palabras, la presentación. Tu email refleja no solo tu empresa, sino también tu capacidad para dirigirte a tu público de la manera correcta. El mensaje debe ser claro, conciso, atractivo e interesante. Debe nutrir al lector, aportarle valor.
Piensa también en el asunto del email, que es lo primero que va a ver tu lector. Este elemento es un factor determinante para la apertura del mensaje, y debe ser trabajado con el mayor cuidado. Debe ser a la vez corto e impactante, debe incitar a la persona a ir más allá.
Mantener la relación con tus prospectos
Sé consciente de que tu prospecto no necesariamente se convertirá en cliente desde el primer email recibido. Es una relación que se construye a largo plazo y que se alimenta poco a poco. Para ganar el interés y la confianza de tu objetivo, debes seguir enviándole contenidos que representen un valor real para él.
Debes saber que cada campaña de inbound marketing por emailing es diferente. No temas probar varias técnicas para encontrar las que mejor funcionen (contenido, maquetación, planificación de envíos, etc.). El seguimiento de estadísticas y el análisis de resultados te ayudarán a tener una vista global y a entender qué funciona bien o mal.