Porque el correo electrónico es uno de los principales medios de comunicación y está omnipresente en el ámbito profesional, es necesaria una sólida protección. De hecho, la proliferación de correo no deseado y ataques de phishing ha hecho que la autenticación de los mensajes electrónicos sea esencial para garantizar la confianza y la seguridad de los usuarios.

Ahí es donde entran en juego protocolos como SPF, DKIM, DMARC y BIMI, que desempeñan un papel clave en la garantía de la entrega de correos electrónicos.

¿Qué se entiende exactamente por autenticación de un correo electrónico?

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Autenticar un correo electrónico significa verificar y confirmar la identidad de su remitente, así como la integridad del contenido del propio correo. Esta verificación busca asegurar que el mensaje en cuestión proviene realmente de la persona o entidad que dice enviarlo y que no ha sido alterado durante la transmisión.

La autenticación de correos electrónicos es importante por varias razones. Permite especialmente prevenir a los usuarios contra los riesgos de fraude en línea (como el phishing), reducir el spam, mejorar la entregabilidad de los correos electrónicos y garantizar que el contenido del correo no ha sido corrompido durante el tránsito.

Para lograr esta autenticación, se utilizan varios protocolos, entre ellos SPF (Sender Policy Framework), DKIM (DomainKeys Identified Mail), DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting, and Conformance), y BIMI (Brand Indicators for Message Identification). Estos permiten a los servidores de correo verificar la identidad del remitente, la integridad del contenido y el cumplimiento de políticas de seguridad específicas.

SPF

El SPF, o Sender Policy Framework, es un mecanismo de autenticación de correos electrónicos diseñado para verificar la identidad de un remitente. Permite a los servidores de correo comprobar si la dirección IP de origen de un correo está autorizada para enviar correos en nombre del dominio indicado.

El SPF es importante porque evita que tus correos sean marcados como spam o rechazados por los filtros anti-spam de los destinatarios. Permite así probar que eres un remitente legítimo y, en el ámbito del emailing por ejemplo, que utilizas buenas prácticas básicas.

DKIM

El DKIM, o DomainKeys Identified Mail, es otro protocolo de autenticación de correos electrónicos. Permite al remitente firmar digitalmente el correo utilizando una clave privada. El destinatario puede entonces verificar esta firma utilizando la clave pública disponible en los registros DNS del dominio del remitente.

El DKIM garantiza la integridad del correo y permite al destinatario verificar que el correo no ha sido modificado durante su tránsito. Esto contribuye a reforzar la confianza entre el remitente y el destinatario, al tiempo que reduce el riesgo de correos fraudulentos (suplantación de identidad, phishing).

DMARC

El DMARC, o Domain-based Message Authentication, Reporting, and Conformance, es un mecanismo de seguridad de correos electrónicos diseñado para reforzar la autenticación de los correos y combatir los intentos de phishing y fraude en línea. Va de la mano con el SPF y el DKIM, ofreciendo así protección adicional.

El remitente configura una política DMARC para indicar a los servidores de correo cómo tratar los correos que fallan las verificaciones de SPF y DKIM. Las opciones incluyen el rechazo, la cuarentena o la aceptación («Ninguno») con una advertencia.

El DMARC contribuye a mejorar la entregabilidad de los correos legítimos ayudando a los proveedores de correo a distinguir los mensajes auténticos del spam. También ayuda a reforzar la confianza en las comunicaciones por correo electrónico permitiendo una mejor autenticación de los mensajes.

BIMI

El BIMI, o Brand Indicators for Message Identification, es una norma relativamente nueva que busca mejorar la confianza y el reconocimiento de los remitentes de correos. Permite a las empresas vincular el logotipo de su marca a sus correos autenticados a través de SPF, DKIM y DMARC.

Cuando los destinatarios ven el logotipo en su bandeja de entrada, es más probable que reconozcan el correo como legítimo, lo que aumenta la tasa de apertura.

En resumen, el SPF, el DKIM, el DMARC y el BIMI son herramientas esenciales. La autenticación de correos electrónicos permite distinguir entre una persona real y el spam. Para los remitentes, es una forma de probar su legitimidad y aumentar las posibilidades de aterrizar sin problemas en la bandeja de entrada deseada. Para los destinatarios, es una garantía de recibir correos autorizados y confiables en lugar de una multitud de spam, y de protegerse contra el fraude. ¡Todos ganan!

Nicolas
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