Fácil de usar y económico, el emailing es una excelente herramienta de comunicación que, cuando se usa correctamente, permite darse a conocer, transformar rápidamente prospectos en clientes, establecer una relación duradera con ellos y aumentar significativamente las ventas. Si usas el emailing sin obtener este tipo de ventajas y si tu campaña no parece funcionar, puede que sea por una o varias de las cinco razones siguientes.
1# La frecuencia de envío está mal ajustada
Si envías demasiados correos electrónicos, tus suscriptores pueden sentirse abrumados. Por lo tanto, pronto dejarán de abrirlos, o incluso pueden darse de baja para no ser molestados más, o te identificarán como spam.
La situación opuesta también es problemática. De hecho, las personas se suscribieron porque desean recibir novedades tuyas. Si solo les envías un correo de vez en cuando, sin una base regular ni estrategia, pierden interés en estar suscritos. Por lo tanto, debes lograr, según tu audiencia y tus contenidos, encontrar el equilibrio adecuado con una frecuencia de envío adaptada. La media ideal es de un envío aproximadamente cada dos semanas.
2# Tus correos electrónicos carecen de personalización
Entre un correo electrónico que se dirige a ti y otro que se dirige a todo el mundo, ¿cuál te apetece más abrir? La personalización es la clave, aún más en nuestra época. Un envío general y totalmente impersonal a menudo parecerá frío, distante, no empático y poco simpático. ¿Resultado? La gente será mucho menos propensa a abrir el mensaje en cuestión.
Utiliza la información que tienes sobre tus suscriptores. Si han llenado un formulario de registro, al menos tienes su nombre y apellido, que es lo mínimo que debes incluir en tu correo electrónico. Esto permite dar la impresión a los lectores de que interactúas directamente con ellos. Es una de las claves principales para una buena tasa de apertura.
3# No has segmentado bien tu audiencia
Has dirigido mal tu público y el contenido no está adaptado. Por ejemplo, enviar una promoción sobre una compra de carne a personas vegetarianas puede dejar una muy mala impresión. Una lista mal segmentada probablemente termine en fracaso.
Para crear contenidos pertinentes e impactantes, no solo debes saber quiénes son tus suscriptores (criterios demográficos, geográficos, comportamiento de compra, etc.), sino también cuáles son sus necesidades en el momento del envío. Esto es esencial para la personalización. Para eso, crea personas precisas y detalladas para poder formar grupos claros e identificables. De esta manera, sabrás a quiénes puedes enviar tu correo, aquellos que tendrán más probabilidades de estar interesados.
También piensa en actualizar regularmente tus listas, ya que las personas evolucionan, al igual que sus necesidades. Otra posibilidad: puedes preguntar de antemano a tus suscriptores qué tipo de información prefieren recibir. Esto te permitirá entenderlos mejor y hacerlos sentir más seguros.
4# Algunos de tus suscriptores no tienen confianza
Si envías correos electrónicos con una dirección genérica o «sin respuesta», los destinatarios tienden a desconfiar. Para la primera situación, envía correos con una dirección clara e inmediatamente identificable. Puedes, por ejemplo, poner el nombre de una persona. No dudes en incluir en el correo enlaces a tus diferentes redes sociales para mostrar que tienes una verdadera presencia en línea y que no eres una organización oscura que busca estafarlos. Por último, no olvides dejar la posibilidad a tus suscriptores de darse de baja.
5# Tu asunto de correo no es atractivo
El asunto es, junto con el nombre del remitente, la primera cosa que ven tus suscriptores cuando abren su buzón de entrada. Obviamente, si esta línea no les inspira, si es aburrida o sospechosa, por ejemplo, la mayoría no buscará más allá y borrará directamente el mensaje sin leerlo, o lo clasificará como correo no deseado. La línea de asunto y el pre-encabezado son tu fuerza. Asegúrate de crear un asunto de correo atractivo (longitud, palabras, tono, etc.) que incite al destinatario a abrirlo. Usa pruebas A/B para ver qué línea de asunto funciona mejor.
Crear una campaña de emailing efectiva desde el primer intento no es tarea fácil. Requiere tiempo, perseverancia, un excelente conocimiento de tu audiencia y muchas pruebas previas. Sin embargo, si aplicas las buenas prácticas básicas y evitas estos errores principales, deberías obtener excelentes resultados, especialmente en términos de clics y ventas.