¿Cómo interactúa el público con tus correos electrónicos cuando los abren? Esta es la pregunta a la que responde la tasa de reactividad, un indicador muy útil para evaluar el compromiso real de los destinatarios con respecto a tus mensajes. Más preciso y estratégico que una simple tasa global de clics o de apertura, revela si tu contenido realmente incita a la acción.
Descifrado: definición y cálculo de la tasa de reactividad
La tasa de reactividad (Click-to-Open Rate o CTOR) compara el número de clics únicos con el número de aperturas únicas. Permite así medir el compromiso real de las personas que han abierto un correo electrónico.
Para calcularla, la fórmula es la siguiente:
Tasa de reactividad (%) = (número de clicadores / número de abridores) × 100
Por ejemplo, si envías una campaña de correo electrónico a 10,000 contactos.
De estos 10,000 envíos, 2,000 personas abren el correo electrónico: son los abridores (o aperturas únicas).
De estos 2,000 abridores, 300 personas hacen clic en un enlace: son los clicadores (o clics únicos).
Entonces aplicamos la fórmula: tasa de reactividad = (300 / 2,000) × 100 = 15 %
Conclusión: el 15 % de las personas que leyeron el correo electrónico estuvieron lo suficientemente interesadas como para hacer clic en un enlace.
La tasa de reactividad es un excelente indicador del rendimiento del contenido de un correo electrónico (texto, ofertas, visuales, etc.).
¿Qué es una buena tasa de reactividad?
Una tasa de reactividad superior al 10 % generalmente se considera alta. Sin embargo, esto varía según los sectores. Según la agencia Mojo, la tasa de reactividad media en emailing en 2024 se situaba alrededor del 12%, con particularmente entre 15 a 20% para el B2B, y entre 8 a 14% para el B2C.
¿Por qué apuntar a una buena tasa de reactividad puede cambiarlo todo?
La tasa de reactividad no solo mide el número de clics; refleja el interés que suscita tu contenido, más allá del asunto. Es una medida esencial para evaluar la relevancia de tus campañas: un asunto llamativo puede generar aperturas, pero solo un contenido convincente incita al clic. La tasa de reactividad permite, por tanto, distinguir entre los correos simplemente vistos de aquellos que realmente generan interacción. A diferencia de la tasa global de clics (CTR), muestra si el mensaje cumple lo prometido una vez leído.
Otro punto importante es que también influye en la entregabilidad. Una buena tasa de reactividad demuestra que tus envíos son relevantes, lo que refuerza tu reputación como remitente. Por el contrario, una tasa baja, a lo largo del tiempo, puede hacer que tus mensajes sean menos visibles.
Factores que influyen en la tasa de reactividad
La calidad y la relevancia del contenido
El simple hecho de que un mensaje sea abierto no garantiza nada: aún debe asegurarse de que el contenido despierte un interés inmediato e incite a la acción. Los destinatarios harán clic más fácilmente en un enlace de un correo electrónico que responda específicamente a sus expectativas, necesidades o preocupaciones. Esto requiere una redacción clara, estructurada, con una promesa explícita y un verdadero valor añadido.
Los medios visuales también desempeñan un papel crucial. La integración de contenidos dinámicos como GIFs, imágenes atractivas o videos a menudo ayuda a hacer un mensaje más atractivo.
El diseño, la maquetación y la experiencia del usuario
La manera en que se presenta el contenido influye fuertemente en el comportamiento del lector. Una maquetación fluida, limpia y receptiva ofrece una experiencia de lectura placentera, tanto en computadora como en móvil.
Piensa en la estética pero también en la ergonomía. El diseño debe guiar la mirada, valorizar el mensaje y reducir el número de obstáculos a la acción. Opta por una visualización fluida, un aspecto visual de calidad, llamadas a la acción (CTA) bien visibles y de fácil acceso; en resumen, algo que sea agradable de ver, de navegar, y que incite a hacer clic en lugar de cerrar.
La segmentación y la personalización
Nunca se dirá lo suficiente: ¡la segmentación es la clave! Segmentar tus listas de contactos permite construir mensajes adaptados a cada subgrupo de tu base. Y no solo hablamos del nombre en el asunto, sino de un conocimiento detallado de los comportamientos, las preferencias, los historiales de compra. Al personalizar tu contenido de acuerdo con estos elementos, tu correo electrónico tiene más posibilidades de resonar con sus destinatarios.
Estrategias para mejorar concretamente tu tasa de reactividad
Realiza pruebas específicas
Prueba diferentes versiones de un mismo mensaje. Así podrás medir con precisión el impacto de los cambios realizados en la tasa de reactividad, y no solo en la tasa de apertura o la tasa global de clics.
Cuentacuentos atractivo
Apuesta por la emoción o el storytelling, generalmente es más atractivo. Comenzar un correo electrónico con una anécdota o un testimonio de cliente inmediatamente da relieve al mensaje y atrae la atención. Al final de la lectura, un simple añadido como un P.D. bien formulado («P.D.: ¿Te gustó? Descubre más aquí.») puede traer un clic adicional.
Personaliza el contenido
Ofrece recomendaciones de productos o artículos relacionados con el comportamiento pasado del destinatario. El mensaje será más relevante de esta manera. El contenido también puede ajustarse automáticamente según las preferencias declaradas, el sector de actividad o el perfil del usuario. Este tipo de personalización aumenta fuertemente las probabilidades de clic, ya que el mensaje parece hecho a medida.
Ajusta la frecuencia y evita el aburrimiento
No querrás aburrir a tus suscriptores con un exceso de correos electrónicos enviados. Observa las señales de desinterés (no aperturas repetidas, bajas, etc.). En función de ellas, puede ser útil modular la frecuencia de envío o implementar secuencias de reactivación dirigidas.
Analiza los puntos débiles para ajustar mejor
Si un segmento tiene una buena tasa de apertura pero una baja tasa de reactividad: vuelve a trabajar el contenido y las llamadas a la acción.
Si un segmento tiene una buena tasa de reactividad pero una baja tasa de apertura: revisa el asunto y el momento de envío.
La tasa de reactividad es un indicador valioso para saber si tus correos electrónicos dan en el blanco una vez abiertos. Te ayuda a comprender qué es lo que realmente le gusta a tus lectores, mejorar tus contenidos y fortalecer tus campañas. Al integrarla en tu estrategia, ganarás en precisión, relevancia y resultados.