La reputación del remitente es el eje central en el marketing por correo electrónico. Puedes tener un contenido impecable y ofertas irresistibles, pero no servirá de mucho si tus mensajes nunca llegan a la bandeja de entrada de tus destinatarios. Porque sí, una mala reputación del remitente puede convertir rápidamente tus campañas en un fracaso, poniendo en peligro las relaciones con tus clientes así como tus conversiones. Esta guía te explica cómo recuperar y mantener una buena reputación de remitente para optimizar el rendimiento de tus emails.
Entender la reputación del remitente
Corresponde a la forma en que los ISP y los ESP perciben tu empresa y tus prácticas en el envío de mensajes. Cuanto mejor sea tu reputación, más probabilidades tendrás de que tus correos electrónicos lleguen a su destino. Por el contrario, una mala reputación puede llevar tus comunicaciones directamente a la carpeta de spam, o incluso ser bloqueadas por completo.
Esta reputación del remitente se construye a partir de diferentes factores:
- La tasa de quejas por spam ;
- La calidad de las listas de contactos ;
- Las tasas de rebote ;
- La frecuencia de los envíos ;
- El compromiso de los destinatarios.
Entender estos elementos permite identificar mejor los problemas potenciales y corregirlos eficazmente.
¿Qué pasa con el puntaje del remitente y la reputación del dominio?
La reputación del remitente está influenciada por elementos como el puntaje del remitente y la reputación del dominio. El puntaje del remitente es una calificación de 0 a 100, otorgada por un ISP a la dirección IP y al dominio de una empresa. La reputación del dominio también es un indicador esencial que refleja cómo los ISP perciben todas tus actividades de envío desde un dominio particular. Una reputación de dominio sólida refuerza tus posibilidades de entrega.
Evaluar el estado de tu reputación como remitente
Antes de poder mejorar algo, debes evaluar el estado actual de tu reputación como remitente. Aquí te explicamos cómo:
Utiliza herramientas de monitoreo de reputación – Plataformas como Sender Score, Google Postmaster Tools, Yahoo Sender Hub o la de Microsoft, te permiten obtener un panorama preciso de tu reputación.
Supervisa tus tasas de rebote y de quejas – Una tasa de rebote alta indica que tus listas no están lo suficientemente limpias, mientras que una tasa alta de quejas suele estar relacionada con un mal enfoque o contenidos considerados intrusivos.
Analiza tus tasas de compromiso – Indicadores como las tasas de apertura, clics, y conversión también son críticos. Tasas bajas son a menudo una señal de que tus campañas no cumplen con las expectativas de tu audiencia.
Para conocer tu puntaje como remitente, puedes utilizar herramientas en línea como Sender Score, ReputationAuthority o BarracudaCentral.
Pasos a seguir si hay problemas con tu reputación de remitente
¿Has constatado que tu reputación es negativa? ¡No te preocupes! Aquí tienes un plan de acción para revertir la situación y mejorar tu reputación como remitente:
1) Diagnosticar las causas de la mala reputación
¿Qué está causando tu mala reputación? Identifica las razones específicas que han llevado a esta degradación. Puede ser debido a una alta tasa de rebote, un volumen significativo de bajas o incluso quejas por spam. Utiliza herramientas de análisis para aislar los problemas, como los informes de entregabilidad y reputación.
2) Reducir los envíos y optar por un «warm-up»
Disminuye temporalmente el volumen de tus envíos. La idea es recuperar gradualmente la confianza de los servidores de correo demostrando que tus mensajes son bien recibidos y pertinentes. Esto puede lograrse mediante una estrategia de «warm-up» que consiste en calentar tu IP e incrementar poco a poco el número de correos enviados.
3) Implementar una estrategia de limpieza de listas
Uno de los factores principales que afectan la reputación del remitente es la calidad de las listas de contactos. Si tus listas contienen direcciones inválidas o inactivas, tu tasa de rebote será alta, lo que deteriora progresivamente tu reputación. Para eliminar estos contactos, recurre a un servicio especializado en verificación: Captain Verify y la limpieza de correos electrónicos.
Si lo deseas, envía una campaña de reenganche a tus suscriptores inactivos para verificar si aún desean estar en tu lista. Para aquellos que no respondan o no interactúen, es mejor eliminarlos.
Asegúrate después de que tus listas contengan únicamente destinatarios válidos y comprometidos utilizando el doble opt-in. Esto reducirá el riesgo de quejas y mejorará las tasas de entrega.
4) Implementar protocolos de autenticación
La autenticación de tus correos electrónicos es crucial para fortalecer la confianza de los ISP y ESP en tus envíos. Asegúrate de que tus mensajes estén adecuadamente autentificados con SPF, DKIM y DMARC. Estos tres protocolos son tus mejores aliados.
DKIM (DomainKeys Identified Mail) y SPF (Sender Policy Framework) permiten verificar que los correos electrónicos provienen de servidores autorizados. DMARC (Domain-based Message Authentication, Reporting & Conformance) te permite controlar las políticas aplicadas.
Esto garantiza a los proveedores de servicios de correo que tus mensajes son legítimos y reduce las posibilidades de que tus emails sean marcados como spam.
También puede ser útil optar por una herramienta como Sender Reputation Monitoring que permita seguir la reputación de tu dominio y tu IP para reaccionar rápidamente en caso de problema.
5) Mejorar la calidad de los contenidos enviados
Prioriza un contenido pertinente y personalizado que responda a las expectativas de tus suscriptores. No olvides que tus comunicaciones deben aportarles un valor añadido, ya sea informativo, entretenido o promocional.
Para pasar los filtros de las bandejas de entrada, evita las prácticas que puedan ser percibidas como sospechosas, tales como las líneas de asunto engañosas o el uso excesivo de mayúsculas.
5) Controlar las tasas de retorno y ajustar tu frecuencia de envío
Observa las devoluciones y tasas de apertura de cada campaña para ajustar tu estrategia. Si ciertas franjas horarias o frecuencias de envío son menos efectivas, adáptate para evitar sobrecargar a tus suscriptores.
6) Supervisar la evolución de tu reputación
Utiliza regularmente herramientas de seguimiento de reputación para notar los progresos y ajustar tu estrategia si es necesario. Varias plataformas, como Google Postmaster Tools, permiten verificar si tus acciones tienen un impacto positivo.
También considera inscribirte en los Feedback Loops (FBL) proporcionados por los ISP para recibir información cuando un destinatario señala tus correos como spam. Así tendrás la oportunidad de reaccionar rápidamente y retirar la dirección correspondiente de tu lista.
Adoptando un enfoque riguroso y aplicando estas prácticas, podrás gradualmente restablecer tu reputación como remitente, por lo que disfrutarás de una mejor entregabilidad y una relación fortalecida con tu audiencia.