Cuando hablamos de rendimiento en email marketing, a menudo mencionamos la tasa de apertura, la entregabilidad, o incluso la reputación del remitente. Pero un parámetro técnico, a menudo subestimado, puede tener un impacto decisivo en todos estos aspectos: la elección de utilizar un subdominio para el envío de sus correos electrónicos. ¿Buena práctica técnica o falsa buena idea estratégica? Exploremos esta cuestión a la luz de los retos reales del marketing por correo electrónico.
Subdominio de envío: ¿de qué estamos hablando exactamente?
Antes de decidir, establezcamos el escenario. Cuando una marca envía correos electrónicos, la dirección del remitente generalmente sigue este formato: contacto@empresa.com o news@newsletter.empresa.com.
En el primer caso, se envía directamente desde el dominio principal (marca.com).
En el segundo, el envío se realiza a través de un subdominio (newsletter.marca.com) creado especialmente para las campañas de emailing.
Esta elección no es solo estética u organizativa. Impacta la reputación del dominio, el rendimiento de entregabilidad, la gestión de los flujos de correos, la configuración técnica, e incluso la experiencia del usuario.
¿Por qué los profesionales optan por un subdominio dedicado?
Separar los flujos para gestionar mejor la reputación
La principal ventaja de un subdominio es que permite aislar la reputación de los correos de marketing de la de los correos transaccionales (facturas, notificaciones, contraseñas, etc.).
Imagina, por ejemplo, que envías promociones muy frecuentes y que uno de tus correos de marketing se marca como spam. Si utilizas el dominio principal, toda tu comunicación por correo electrónico puede verse afectada, incluidos mensajes críticos. Con un subdominio, solo este último será sancionado.
Optimizar la entregabilidad
Los ISP (proveedores de servicios de internet) evalúan la reputación de un dominio para decidir si sus mensajes deben llegar a la bandeja de entrada, a las promociones o al spam. Utilizar un subdominio permite construir una reputación distinta y, en muchos casos, mejorar la entregabilidad de las campañas de marketing, siempre que se gestione adecuadamente.
Facilitar las configuraciones de seguridad
Configurar SPF, DKIM y DMARC en un subdominio dedicado permite controlar mejor la autenticación de los correos enviados, sin impactar el resto del dominio. Esto limita los riesgos de conflicto de configuración entre los diferentes servicios internos (email marketing, soporte al cliente, sistema de facturación, etc.).
Subdominio o dominio principal: las desventajas a conocer
Un subdominio no es una escapatoria
Algunos vendedores esperan eludir una mala reputación cambiando de subdominio. Buen intento, ¡pero no! En realidad, los ISP también analizan el dominio raíz (el dominio principal) e incluso las direcciones IP de envío.
En otras palabras, si utilizas un subdominio para enviar campañas no solicitadas o de baja calidad, la reputación de tu dominio principal también podría verse afectada.
Un subdominio no protege de una mala estrategia, simplemente limita sus consecuencias técnicas.
Recursos técnicos necesarios
Crear un subdominio implica una configuración DNS adecuada, la implementación de protocolos de autenticación, un seguimiento activo de la reputación y prácticas rigurosas de gestión.
Para las estructuras que carecen de habilidades técnicas, esto puede representar un obstáculo o generar errores con consecuencias desafortunadas.
Riesgo de confusión del lado del usuario
Un remitente que utiliza un subdominio desconocido para el destinatario, por ejemplo, «mail.marca.com» en lugar de «marca.com», puede generar desconfianza. La coherencia de la marca percibida a través de la dirección de correo electrónico es esencial. En algunos casos, un subdominio mal elegido puede perjudicar la credibilidad percibida.
¿Cuándo es una buena idea utilizar un subdominio?
Envías grandes volúmenes de correos cada mes
Cuando envías miles, o incluso millones de correos por semana o por mes, los riesgos de quejas, rebotes o listas negras aumentan considerablemente. En este contexto, utilizar un subdominio te permite aislar la reputación de estas campañas de marketing de la de tus correos críticos (transaccionales, administrativos…).
Esto evita que una caída en el rendimiento o un error puntual (como un enlace roto, una mala segmentación o un mensaje percibido como agresivo) altere la reputación de todo tu dominio principal.
Gestionas diferentes tipos de correos
Email marketing, correos transaccionales, mensajes relacionales, boletines internos, etc. Cada correo tiene su propio ritmo, tono y audiencia.
Utilizar un subdominio para cada uno de estos flujos permite:
- Separar las métricas y la reputación propia de cada canal;
- Ajustar las frecuencias de envío de manera independiente;
- Configurar firmas DKIM específicas si es necesario.
Por ejemplo:
transaction.mitienda.com para las facturas y confirmaciones;
newsletter.mitienda.com para los envíos mensuales de noticias;
support.mitienda.com para los intercambios con clientes.
Utilizas una plataforma de emailing de terceros
Herramientas como Mailchimp, Klaviyo o ActiveCampaign permiten personalizar el dominio de envío. En lugar de enviar tus campañas desde un dominio genérico como «@mailchimpapp.net», puedes (y debes) configurar un subdominio personalizado, como «email.misitio.com».
Esto permite autenticar los envíos a través de tu propio dominio, lo que inspira más confianza a los ISP y a los destinatarios. También es una buena manera de mantener una coherencia de marca mientras aprovechas la infraestructura técnica de la plataforma.
Necesitas una segmentación fina por marca, por país o por servicio
En un grupo multi-marca o internacional, o en una empresa que comprende muchas entidades, las comunicaciones a menudo deben ser diferenciadas.
Puedes utilizar un subdominio por:
- Marca: email.marcaA.com, email.marcaB.com;
- País: es.misitio.com, us.misitio.com;
- Departamento: reclutamiento.misitio.com, soporte.misitio.com.
Esto facilita la gestión de las campañas, mejora la trazabilidad y permite gestionar con precisión el rendimiento y la reputación de cada entidad.
Buenas prácticas para aprovechar un subdominio
Autentica adecuadamente tu subdominio: Configura SPF, DKIM y DMARC para este subdominio, y monitorea regularmente los informes DMARC para detectar cualquier abuso o falla.
Ve progresivamente: No envíes todo de golpe. Comienza con pequeños volúmenes en segmentos comprometidos para establecer una reputación saludable.
Elige un nombre claro: Prefiere subdominios explícitos (ej.: email.marca.com, info.marca.com, noticias.marca.com) para no despertar sospechas.
Continúa adoptando buenas prácticas de envío: El subdominio no debe ser una excusa para abusar. Segmenta tus listas, ofrece contenidos relevantes, respeta los consentimientos y limpia tus bases.
Entonces, ¿verdadera o falsa buena idea?
La respuesta es: verdadera buena idea… siempre que se use bien. Un subdominio es una herramienta técnica poderosa para proteger la reputación de tus correos electrónicos, optimizar la entregabilidad y segmentar eficazmente tus flujos de envío. Sin embargo, no reemplaza una estrategia de correo electrónico rigurosa ni una gestión ejemplar de tus listas y contenidos.