Lo sabemos, la reputación de una empresa es primordial. Pero, ¿qué pasa con su reputación en línea, o más precisamente, su reputación como remitente de correo electrónico? Si basa una buena parte de su comunicación en el envío de correos electrónicos, entonces este factor debe ser absolutamente tenido en cuenta. En este artículo, le invitamos a comprender mejor el concepto de reputación de la dirección IP, a implementar las mejores prácticas para mantener una presencia confiable y optimizar el impacto de sus campañas.
Comprender la reputación de la dirección IP
La reputación de una dirección IP implica evaluar la confiabilidad de esta última en el contexto de actividades en línea. Una dirección IP con buena reputación generalmente está asociada con comportamientos en línea legítimos, mientras que una mala reputación puede indicar actividades maliciosas.
Medir y mantener la reputación de su dirección IP es crucial para que sus envíos lleguen a destino.
Los factores que influyen en la reputación de la dirección IP
Varios factores se tienen en cuenta al evaluar la reputación de la dirección IP. Aquí están los principales a considerar:
El historial de actividades
El historial de actividades asociadas a una dirección IP es un indicador clave. Las direcciones IP involucradas en actividades sospechosas o maliciosas probablemente tendrán una reputación inferior.
Los rebotes (« bounces »)
Los rebotes ocurren cuando un servidor de correo electrónico no puede entregar un email. Una alta tasa de rebotes, en particular para direcciones inexistentes, puede señalar actividades de spam o listas de direcciones no verificadas, afectando negativamente la reputación de la dirección IP.
Las quejas por spam
Las quejas por spam de usuarios o destinatarios pueden tener un impacto significativo en la reputación de una dirección IP. Los servicios de correo electrónico y los proveedores de servicios de seguridad tienen en cuenta el número de quejas recibidas para evaluar la confiabilidad de una dirección IP.
Las listas negras (« blacklists »)
Las listas negras gestionadas por organismos de seguridad en línea recopilan las direcciones IP asociadas a actividades maliciosas y señaladas por diversas fuentes. Una presencia en estas listas puede afectar seriamente la reputación de una dirección IP.
El tráfico
El análisis del tráfico entrante y saliente de una dirección IP puede revelar comportamientos sospechosos, como el envío masivo de correos no deseados o el phishing, por ejemplo, impactando negativamente la reputación.
Las direcciones IP compartidas
A menudo utilizadas en entornos de alojamiento compartido, pueden presentar problemas. De hecho, si otros usuarios que comparten la misma dirección IP están involucrados en actividades maliciosas, esto puede influir en la reputación de remitentes legítimos.
La frecuencia de los cambios
Las direcciones IP que cambian frecuentemente pueden levantar sospechas. Esto puede ser señal de intentos de evadir la detección al modificar constantemente la dirección de origen de las actividades maliciosas.
El papel del Sender Score en la reputación de la dirección IP
El Sender Score es un indicador clave utilizado en el campo del marketing por correo electrónico para evaluar la reputación de un remitente de emails, generalmente asociado a una dirección IP específica. Esta métrica está desarrollada y gestionada por Return Path, una empresa especializada en la gestión de la entregabilidad de emails.
El Sender Score asigna una puntuación numérica a una dirección IP de remitente en función de diversos factores relacionados con la entregabilidad de los emails. El rango de puntuaciones generalmente va de 0 a 100.
Un Sender Score alto indica que el remitente es considerado confiable, lo que mejora la entregabilidad. En cambio, una puntuación demasiado baja puede provocar problemas como la cuarentena de emails en los filtros anti-spam. El Sender Score permite, por tanto, a los profesionales de la comunicación por email optimizar sus campañas en línea y mantener una buena reputación.
Cómo mejorar la reputación de su dirección IP
Mejorar la reputación de una dirección IP es esencial para garantizar la entregabilidad de sus envíos de emails. Le proponemos entonces 7 estrategias efectivas para implementar:
1) Seguir las mejores prácticas de envío de emails
Utilice listas de suscriptores DOI para asegurarse de que sus destinatarios han dado su consentimiento explícito para recibir sus correos electrónicos.
Evite enviar mensajes a direcciones no válidas u obsoletas, lo que puede provocar rebotes y afectar negativamente su reputación.
2) Gestionar las quejas
Supervise regularmente la tasa de quejas por spam. Reduzca el número de quejas proporcionando a los usuarios una manera fácil de darse de baja y solo enviando correos electrónicos a destinatarios interesados. Asegúrese también de que las solicitudes de baja se procesen rápidamente para evitar que los usuarios marquen sus comunicaciones como spam.
3) Optimizar las prácticas de autenticación
Implemente protocolos de autenticación como SPF (Sender Policy Framework) y DKIM (DomainKeys Identified Mail) para demostrar que sus correos electrónicos son legítimos.
4) Mantener la higiene de sus listas de distribución
Limpie regularmente sus listas de suscriptores eliminando direcciones obsoletas, contactos inactivos y direcciones que rebotan con frecuencia.
5) Evitar actividades sospechosas
Evite actividades que puedan interpretarse como spam, como el envío masivo de emails en poco tiempo. Respete los límites de envío recomendados por su proveedor de correo electrónico.
6) Supervisar regularmente la reputación de la dirección IP
Utilice herramientas como el Sender Score para supervisar la reputación de su dirección IP. Sea proactivo para resolver problemas que puedan afectar su puntuación, no espere a que se instalen para resolverlos.
7) Pedir a los usuarios que marquen los emails como «No Spam»
¡Tan simple que no todos lo piensan! Anime a los destinatarios a marcar sus emails como «no spam» si los encuentran legítimos. Esto contribuirá a mejorar su reputación como remitente.
Al implementar estas mejores prácticas, podrá mejorar gradualmente la reputación de su dirección IP, lo que tendrá un efecto positivo en la entregabilidad de sus correos electrónicos y fortalecerá la confianza de los usuarios. Es una gestión continua para asegurarle una buena reputación a largo plazo.